jueves, 6 de febrero de 2014

Perros rasurados IV, El abandono



En todas las peluquerías caninas hemos asistido y por desgracia seguimos asistiendo, con la misma sensación mitad pena y mitad indignación, a animales que llegan a nuestras manos en un estado de abandono inconcebible entre personas que dicen amar y cuidar a sus compañeros caninos. 



Un pelaje enmarañado que forma a menudo una masa adherida a la piel que acumula todo tipo de suciedad e inmundicias.
Unas uñas que no les permiten desplazarse sin dolor y tan largas que a menudo dan la vuelta y se les clavan en los dedos.
Una piel que sufre debido a la tensión del pelo produciendo irritación y picor continuo.
Unos oídos taponados por pelo y cerumen que constituye un foco de infección y dolor.
Unos ojos irritados con los lacrimales cubiertos por una acumulación de lagrimas petrificadas que irritan la piel.

Puede parecer exagerado pero cualquier profesional de la peluquería puede certificar que estos casos son mucho mas comunes de lo deseable.

¿Cuales pueden ser las causas que llevan a estos animales a semejante estado de abandono y sufrimiento?

La falta de cuidado.
En muchas ocasiones se deben al papel secundario y marginal que cumplen muchos perros domésticos abandonados y hacinados la mayor parte del tiempo en un espacio reducido de la casa. No es infrecuente ver perros que ven pasar la vida desde balcones, patios o terrazas o incluso peor desde espacios interiores sin contacto alguno con el exterior.
Estos perros que viven en condiciones de almacenamiento acuden a la peluquería en contadas ocasiones cuando el hedor se hace insoportable o aprieta el calor y sus dueños consideran que es el momento de librarles temporalmente de la presión de su pelaje.

La falta de conocimientos.
Caso muy diferente es el de personas que queriendo y respetando a sus compañeros caninos no acaban de ser conscientes de la necesidad de cuidado del pelo o que pretenden asumir su cuidado personalmente sin experiencia ni conocimientos.
En las peluquerías caninas estamos acostumbrados a recibir clientes que con su mejor voluntad han bañado a sus perros sin tener en cuenta que por sus características y para evitar enredos se deben hidratar, no se pueden frotar y se han de cepillar y secar a mano. 
Los dueños de estos perros, en su mayoría pequeños y de pelo largo, acuden a un salón de peluquería canina con la esperanza de que un profesional pueda solucionar su problema, desenredando, acondicionando el pelaje y les retorne su amigo con el aspecto impecable que desea, pero a menudo cuando llegan a nuestras manos es ya demasiado tarde para desenmarañar el manto sin consecuencias negativas para el animal.

Llegado el caso y cualquiera que sea la causa cuando el enredo abarca todo o partes extensas del perro y además se encuentra adherido a la piel la única y mas razonable salida que le queda al peluquero es proceder al rasurado como forma de eliminar el problema ya que las consecuencias negativas del pelo apelmazado son con mucho peores que el rasurado.

El esquilado es en estos casos una práctica a la que se ve obligado el peluquero por las circunstancias del caso y en ningún momento es el servicio que el profesional hubiera preferido realizar sino la única opción posible.

No esperes a que el estado del pelo de tu perro le cause malestar y no quede otro remedio que la eliminación total del manto, consulta a un profesional de la peluquería canina antes de que sea demasiado tarde. En la mayoría de las ocasiones un manto enredado es recuperable si es cogido a tiempo, los peluqueros caninos contamos con la cosmética y la experiencia para recuperar casos difíciles sin necesidad de rasurar.






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